Porque no
sólo los egipcios adoraron a los gatos en el pasado, son muchas las
culturas que respetan y ensalzan a estos pequeños felinos como dioses de la
buena suerte, como entidades protectoras. ¿Un ejemplo? Tashirojima, la isla de los gatos, de la cual hablare
en la siguiente entrada ;)
1. Adorarás al sol
por encima de todas las cosas
El cálido sol
que entra a través de una ventana, ese fino rayo solar que aprovechar
desde buena mañana ¿Cómo desperdiciarlo? El sol nos da vida, nos reconforta,
nos ayuda a sintetizar vitaminas y ninguna siesta es verdaderamente “una buena
siesta” si no se hace delante de nuestro querido astro.
2. Serás siempre el
más elegante del barrio
Los gatos
tienen ante todo una seguridad natural en sí mismos que todos deberíamos saber
aplicar a nuestra vida diaria, no importa que sean pequeños, muchos de ellos no
conocen el miedo y son capaces de enfrentarse a grandes enemigos sin
perder la compostura.
3. Aprenderás a
disfrutar de los espacios minúsculos
¿Te quejas
quizá de que tu piso es muy pequeño? No importa, no tienes más que observar a
tu gato para ver cómo disfruta de esas cajas minúsculas de zapatos donde
incrustarse, o de esos rincones ocultos donde elige esconderse y que tú no
sabías que tenías en casa.
4. Serás curioso y
harás de tu paciencia tu mejor arma
¿Cuál es la
mejor estrategia para conseguir nuestros objetivos? La paciencia, la
templanza y no tener prisa alguna por abalanzarnos sobre las cosas sin
antes no haberlas observado meticulosamente.
5. Adorarás y
cuidarás de tu gran familia por encima de cualquier otra cosa
A menudo se
critica a los gatos por pensar de ellos que son criaturas independientes y algo
despegadas. No obstante, una de sus mejores dimensiones es la de equilibrar “el
sentido aventurero e independiente” con ese plano familiar, cariñoso e
íntimamente arraigado a la que es su familia.
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